Supongamos -decia- que se produjera un incendio en la capital de un pais y quedasen reducidos a escombros todos los archivos del Estado y bibliotecas públicas, que entre las llamas pereciesen tambien las imprentas concesionarias de la colección legislativa, y que lo mismo, por una singular coincidencia, ocurriese en las demás ciudades arrasando incluso las bibliotecas particulares en que figurase esa colección, de tal modo que en todo el territorio de la nación no quedase ni una sola ley, ni un solo texto legislativo acreditado en forma auntentica.
Frente a esta realidad no quedaría más remedio que darse otras nuevas leyes.
¿Creen ustedes, se preguntaba, que en este caso el legislador, limpió el solar, podría ponerse a trabajar a su antojo, hacer las leyes que mejor le parecisen, a su libre albedrio?
Hagamos, un breve recuentro historico:
El pueblo en un momento dado expresó !No queremos monarquia! Hagamos leyes desde los cimientos hasta el remate de sus prerrogativas.
Pero el rey dijo lisa y llanamente: Podrán estar destruidas las leyes, pero en realidad yo tengo el poder efectivo, el ejercito me obedece, los comandantes de los arsenales y los cuarteles sacan a la calle los cañones cuando yo lo ordeno. En consecuencia no toleraré que me asignáis más posición ni otras prerrogativas que las que yo quiera. Entonces, un rey quien tiene el poder efectivo... es un fragmento de Constitución.
En otra etapa el pueblo anotó que no era justo que siendo millones de hombres, un puñado cada véz más exiguo de grandes terratenientes han tenido una gran influencia en los destinos del país, por lo que no era necesaria para nada una cámara señorial, sino una cámara de diputados elegida por la nación entera.
Lo grave del caso que esos grandes terratenietes han tenido siempre una gran influencia cerca del rey y de la corte y por tanto sobre el Ejercito !He aqui otro fragmento de Constitución!
Ahora, supongamos una situación inversa de que el rey y la nobleza se allasen entre sí para restablecer la organización medieval en los gremios, aplicada a toda la producción social, sin excluir la gran industria, las fabricas y la producción mecanizada.
Esto sería posible porque el gran capital no podría en modo alguno producir bajo el sistema medieval de los gremios, ya que en la verdadera industria y la fabril, de esa etapa historica la producción y el mumero de operarios estaba estrictamente reglamentada. Además la gran producción exige la fusión de las más diversas ramas de trabajo, de la producción en masas y de la libre concurrencia.
Si los legisladores se obstinasen de implantar una Constitución gremial, el comercio y la industria se paralizarían. ! Entonces los grandes empresarios son tambien un fragmento de Constitución!
Inaginémonos que el gobierno...
